viernes, 13 de junio de 2008

De las Cenizas


Un buen regresando a mi casa empecé a ver un gran revuelo y me encontré con que una fabrica estaba incendiandose y pues como traía mi camara nueva en lamochila me dió por ser reportero y me fuí a sacar fotos, aunque no pude acercarme ya que había una valla, pero había un puente peatonal al cual me subí y pude obtener unas buenas fotos aqui estan algunas de las mejores y de las pocas que quedaron despues de una purga de mi computadora





Tiempo despues estaba trabajando en el Photoshop en uno de esos momentos de creatividad y me encontré con estas imagenes y se me ocurrió una idea, de esos momentos de inspiración que uno desearía tener aún mas, así que empecé a manipular el fuego y finalmente esto es lo que obtuve



Un fenix nacido literalmente de las llamas, fue algo curioso como es que de un incendio real pude crear esta imagen de esta ave fantastica y una experiencia muy grata de como podemos manipular de algun modo la realidad, casi un momento de revelación.

Siempre he admirado al fenix por su cualidad de renacer de sus cenizas y en un punto de mi vida empecé a identificarme con ella ya que había pasado por pruebas bastante fuertes de las cuales me había logrado levantar y como dicen "lo que no te mata te hace mas fuerte" y como cada vez nos renovamos, durante nuestras vidas mmm quizá es una de esas reflexiónes pre cumpleañeras

y por último y despues del debraye un dato de la wikipedia

"El mito del Ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más Allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Fue citado por los sacerdotes egipcios de Heliópolis, el griego Heródoto, los escritores latinos Plinio el Viejo, Luciano, Ovidio, Séneca y Claudio Claudiano, o los cristianos Pablo de Tarso, San Epifanio de Salamina y San Ambrosio.
Según la leyenda cristianizada, el ave Fénix vivía en el Jardín del Paraíso, y anidaba en un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo el mismo ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.

Antiguo dibujo del ave Fénix.
Para San Ambrosio, el ave Fénix muere consumido por el Sol, convertido en cenizas de las que renace, después de arder su cuerpo, como un pequeño animal sin miembros, un gusano muy blanco que crece y se aloja dentro de un huevo redondo, como si fuera una oruga que se vuelve mariposa, hasta que dejando de ser implume se transforma en un águila celeste que surca el firmamento estrellado.
Para Heródoto, Plinio el Viejo y San Epifanio de Salamina, esta sagrada ave sólo existía en Egipto y cada quinientos años aparecía en la ciudad de Heliópolis, llevando sobre sus hombros el cadáver de su padre, a donde este iba a morir, para depositarlo en la puerta del templo del Sol.
Para egipcios, griegos y romanos, era considerado un ser mitologico. En Egipto, Bennu (Fenix) fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas."

2 comentarios:

MoNo dijo...

que onda, seguro nos vemos pro allá, gracias por la visita y siga pasando seguido.

Emmy Hernàndez dijo...

HEEY!! No descuide su blog!!